La poesía desvelada de quien padecía insomnio, de un hombre extraordinario imbuido en sus ideas, viviente para el trabajo esmerado de su pensamiento, un caballero de notable sensibilidad humana, de timidez y brillantez, que ofrendo sus angustiadas palabras al inagotable río del tiempo,
José Antonio Ramos Sucre nació en Cumaná, Estado Sucre, el 9 de junio de 1890. Hijo de Jerónimo Ramos Martínez y Rita Sucre Mora, sobrina nieta del Gran Mariscal de Ayacucho, Antonio José de Sucre. Aprende sus primeras letras en Cumaná. Desde temprana edad se siente atraído por los idiomas, estudia francés, inglés, italiano y alemán. En 1910, se gradúa de Bachiller en Filosofía.
Luego se traslada a Caracas para comenzar sus estudios universitarios, pero la dictadura de Gómez cierra
En 1914, es nombrado Oficial de
La obra intelectual de Ramos Sucre encierra en si misma todas las inspiraciones, delirios y tormentos del autor, con temas recurrentes como la soledad y la muerte expresados en una elegante prosa sutil y trabajada. El caballero cumanés escribió Trizas de papel (1921), Sobre las huellas de Humboldt (1923),
Ramos Sucre no se evade de la historia; por el contrario, supo interrogarla con prolijidad. En sus poemas reviven las edades más remotas (incluso primitivas) o modernas; gestas fundadoras o bárbaras; héroes, ascetas, rapsodas, fugitivos de la venganza, seres sanguinarios; tradiciones culturales clásicas o heréticas; refinamiento, crueldad, rustiquez. Su poesía dramatiza y superpone la más versátil metáfora del hombre y sus civilizaciones, así como la fijeza, a veces trágica, de su destino.
El poeta cumanés "universal, medievalista y grecolatino", nunca fue regido por las modas literarias. Ramos Sucre se nutría de lo más exquisito de la literatura universal, adelantándose a los simbolistas, creando una escritura cuya vigencia no parece desvanecerse en el tiempo.
Su prisión fue la ignorancia de su época, víctima de su propia soledad, y el insomnio la último estocada, su libertad la escritura y la poesía su desahogo. En su honor
"...Siempre será necesario que los cultores de la belleza y del bien, los consagrados por la desdicha se acojan al mudo asilo de la soledad, único refugio acaso de los que parecen de otra época, desconcertados por el progreso..."
José Antonio Ramos Sucre