Dos Venezolanos que combatieron en la I Guerra Mundial

Por Froilán José Ramos Rodríguez

En 1914 comenzaba la Gran Guerra, la guerra para acabar con todas las guerras, la contienda se extendería por cuatro sangrientos años, hasta 1918, y en ella dos venezolanos exhibirían más que audacia y talento, le mostrarían a adversarios y compañeros el poder de la concentración y la fuerza de la personalidad Venezolana puesta a prueba en la guerra y la paz, ellos fueron el merideño José Sánchez Carrero y el zuliano Carlos Meyer Baldó.

José Sánchez Carrero nació en Mérida en 1879, hijo de agricultores, transcurrió su juventud en Táchira. Viaja a Caracas y lucha contra la Revolución Libertadora (1901-1903) como edecán del General Juan Vicente Gómez. Luego permanece en el Ejército. Viaja a Suiza por motivos de salud, en 1912, donde realiza estudios militares en tácticas de montaña. Al comenzar la Primera Guerra Mundial se alista en la Legión Extranjera francesa. Sánchez Carrero fue un destacado Capitán de la Légion Étrangère, participó en las más importantes batallas escenificadas en el Frente Verdun - Somme, murió en acción durante la Batalla de Argonne (1918).

Carlos Meyer Baldó nació en Maracaibo 1895, hijo de un ciudadano alemán y una joven tachirense. En 1908 se traslada con su familia a Hamburgo, Alemania. Al estallar la Primera Guerra Mundial se alista en el Reichswehr (Ejercito Alemán), sirve en un regimiento de caballería en el Frente Oriental, donde se distingue por su arrojo, sin embargo dos años después solicita su ingreso en la Escuela de Aviación Militar Ghota, de la cual se gradúa como piloto. Luego de estar en el servicio de reconocimiento aéreo, es asignado a la prestigiosa Escuadrilla de Caza Nº 11 al mando del As de Ases Manfred Von Richthofen, el Barón Rojo. Meyer Baldó se convirtió en un As de la aviación alemana al obtener siete victorias en combate aéreo en el Frente Occidental, voló junto a su compañero y amigo Richthofen, el famoso Barón Rojo. Ganó la Cruz de Hierro y la Copa de Honor al Vencedor en Combate. Terminada la Gran Guerra el Teniente Meyer Baldó regresa a Venezuela e ingresa en la recién creada Fuerza Aérea Venezolana. Murió en 1933 durante un ejercicio aéreo.

Ambos venezolanos estuvieron al servicio de ejércitos opuestos y en circunstancias diferentes, no obstante en ambos hombres se puede apreciar eso que hace a los venezolanos jamás rendirse ante la adversidad, los obstáculos temporales de condiciones económicas y sociales tan antagónicas entre las potencias europeas del momento y las modesta pero orgullosa Venezuela. Sánchez Carrero y Meyer Baldó eran hombres de carne hueso que como muchos otros se entregaron por completo en lo que creía podía ser un mundo mejor.

Ellos dos son tan solo una muestra de lo que pueden hacer los venezolanos, no existen barreras más que en la mente, ambos demostraron valentía, inteligencia y determinación para alcanzar lo que se propusieron, y lo hicieron a su modo. Ellos son solo el preludio de que los Venezolanos y Venezolanas no somos ajenos a la realidad del Mundo, no somos un pueblo superior ni inferior que ningún otro sobre la faz de la tierra, solo somos diferentes, somos VENEZOLANOS.